Trasladarse a España como familia monoparental
Las tasas de la PAU se abonan por cada una de las convocatorias. El importe de las tasas es un pago único de 78,20 euros, independientemente del número de exámenes a los que se presente (sólo fase obligatoria, fase obligatoria y voluntaria o sólo fase voluntaria).
¿Existe algún tipo de descuento en el pago de las tasas PAU? Para el pago de las tasas PAU tienes las siguientes exenciones y bonificaciones. Estarán exentos del pago de las tasas de la PAU los alumnos que se encuentren en alguno de estos supuestos: discapacidad, familia numerosa de categoría especial, familia monoparental de categoría especial, víctima de violencia de género, víctima de terrorismo, situación de exclusión social, sistema de protección de menores, sistema judicial de reeducación, matrícula de honor en segundo curso de bachillerato o premio extraordinario de bachillerato.
Puntúa dos veces la materia troncal general vinculada a la modalidad de bachillerato (Matemáticas II, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II, Latín II o Fundamentos del Arte II) de la fase obligatoria? ¿Y la materia de lengua extranjera?
Sí, el peso de esta materia se utiliza dos veces para calcular la media de 5 de la fase obligatoria y también a efectos de ponderación, junto con las otras 4 (como máximo) de la fase voluntaria que se utilizan para ponderar. Lo mismo ocurre con la lengua extranjera de la fase obligatoria.
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El 20% para las personas pertenecientes a familias numerosas o monoparentales de carácter general y el 50% para las pertenecientes a familias numerosas o monoparentales de carácter especial, según lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de Protección a las Familias Numerosas.
Mediante el carné individual de miembro de familia numerosa o de miembro de familia monoparental expedido por la Conselleria competente en materia de familia o, en su defecto, mediante el título de Familia Numerosa expedido por la Generalitat.
También será válida la documentación acreditativa equivalente expedida por cualquier otro organismo oficial competente de cualquier Estado miembro de la UE o por los organismos competentes en materia de familia de cualquiera de las Comunidades Autónomas.
Individual, Ida y Vuelta, Bono 10 y Bono 30 en los carnés TSC Familia Numerosa o Familia Monoparental (general y especial). Gent Major mensual y Gent Major anual en tarjetas TSC Gent Major, Familia Numerosa o Familia Monoparental (general o especial), Mobilitat mensual y Mobilitat anual en tarjetas TSC Mobilitat, Familia Numerosa o Familia Monoparental (general o especial).
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En el caso de los extranjeros de fuera de la UE, es requisito que todos los permisos de residencia de los miembros de la familia estén en vigor y la fecha de caducidad del certificado nunca puede ir más allá de la fecha de dichos permisos.
Para las familias que, al mismo tiempo, tengan derecho a ser reconocidas como familia numerosa y también como familia monoparental, se expedirá un certificado para cada una de ellas, ya que son compatibles. No obstante, las prestaciones de la misma clase o del mismo tipo no son acumulables, salvo que se establezca lo contrario.
El trámite no es obligatorio, pero reviste un gran interés para las familias que cumplan los requisitos de familia monoparental y quieran acceder a los beneficios que ofrece el certificado. Estos beneficios se refieren principalmente a prestaciones, descuentos y bonificaciones por nacimiento, adopción, tutela o acogimiento de menores, así como en materia de vivienda, educación y cultura, contratación, transporte y ocio.
El certificado de familia monoparental se puede obtener de forma presencial, acudiendo a las oficinas correspondientes, o por Internet, a través de la web de la Oficina Virtual de Trámites de la Generalitat, si se dispone de certificado digital.
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Con la transición a la democracia, las prioridades de la política social cambiaron radicalmente, y el apoyo público a las familias se redujo drásticamente, ya que el concepto de “familia” se asociaba al régimen autoritario y, por tanto, estaba desacreditado. En aquella época, las principales prioridades eran el establecimiento de un sistema universal de pensiones para los ancianos y la asistencia a los adultos desempleados, mientras que el coste de la crianza de los hijos se consideraba un asunto privado. Así pues, las políticas que abordan la cuestión del equilibrio entre trabajo y familia no se han desarrollado hasta hace poco. En 1981 se estableció una prestación vitalicia para las personas viudas independientemente de su sexo (Ley de Regulación del Matrimonio en el Código Civil para las Causas de Nulidad, Separación y Divorcio, BOE-A-1981-16216); anteriormente, las pensiones de viudedad sólo se concedían a las mujeres. Las prestaciones de viudedad y orfandad se ampliaron a las familias convivientes en 2007.
Con la Ley de Conciliación de la Vida Laboral y Familiar (BOE-A-1999-21568), el Partido Popular trató de promover el equilibrio entre trabajo y familia. Pero aunque la ley protegía los puestos de trabajo de los padres trabajadores que se acogían a una excedencia para cuidar a familiares, no preveía una ayuda familiar. Así, el coste de la crianza de los hijos sigue recayendo casi exclusivamente en las familias. (Delgado et al., 2008)